Esta es nuestra respuesta ante el odio y el horror:
Donde hay odio, que lleve yo Amor.
Donde hay ofensa, que lleve yo Perdón.
Donde hay discordia, que lleve yo Unión.
Donde hay duda, que lleve yo Fe.
Donde hay error, que lleve yo Verdad.
Donde hay desespero, lleve yo Alegría.
Donde hay tinieblas, que lleve yo Luz.